Naves espaciales en Valencia

LAS PROVINCIAS

Las megaconstrucciones de los equipos empiezan hoy a montarse

Dos policías italianos pasan por delante del Hospitality de McLaren cuando se disputó el Gran Premio de Italia.

 

Los extraterrestres bajan a la tierra en naves espaciales. Eso lo saben hasta los críos de Infantil. Pues en dos semanas una invasión alienígena tomará el puerto de Valencia, aunque hoy habrá una avanzadilla. Eso sí, sin tripulación. Llegarán sólo las máquinas. Se posarán delante de las bases de Copa América del Desafío Español, Mascalzone Latino, China Team y Victory Challenge. Rápidamente se convertirán en enclaves de peregrinaje. Nada de ataque hostil; sólo glamur, notoriedad y fiestas.

Se trata de los hospitality, megaconstrucciones de quita y pon que pueblan los paddock de todos los circuitos del Mundial de Fórmula 1. Durante la mañana de hoy los tráilers empezarán a desmontar las piezas de estos auténticos edificios móviles. Los primeros en llegar serán los de McLaren-Mercedes y Red Bull. Son los más grandes y los operarios tardan casi dos semanas en levantar estos ejemplos de ostentación hasta límites insospechados.

El resto aterrizarán la misma semana del Gran Premio. Los hospitality de las otras escuderías se montan en sólo 48 horas. Alguna sala, varios despachos, una zona para comer y poco más. Pero McLaren y Red Bull no se contentan con eso. Necesitan más, mucho más. Es un sitio donde recibir a invitados y patrocinadores. Donde deslumbrarles. El más nuevo es el que la temporada pasada albergó algunos de los momentos más tensos de la guerra fría entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton. 30 millones de euros costó el edificio de la escudería británica.

El arquitecto alemán Bischoff-Scheck diseñó la estructura. Con 300 metros de superficie acristalada en el exterior, cuenta con tres pisos, escaleras de caracol, veinte oficinas y enormes pantallas de plasma. Allí Ron Dennis diseña la estrategia de cada Gran Premio y donde se hace la vida en la semana de la carrera. La cocina es de alta escuela y el año pasado hasta se contrató un camarero español para atender a todos las visitas de Alonso. Poco duró.

Pero de la formal y solemne vivienda de McLaren se pasa al festivalero hospitality de Red Bull. Allí se lo pasan de cine. Es un edificio dedicado al ocio y al relax de diseño vanguardista, para cuyo desplazamiento de circuito a circuito son necesarios 24 tráilers. Se ha convertido en el punto de encuentro de mecánicos, pilotos y gente guapa. Posee tres alturas y cuenta con un catering de alto nivel. Además, se puede tomar allí una copa, bailar o relajarse en los lounges situados en las terrazas del monumental edificio.

En Valencia estará sobre tierra firme pese a que podría haber imitado la situación de Montecarlo. Allí Red Bull sitúa su hospitality sobre una plataforma flotante. Vamos, en el agua. Lo más de lo más. Además, las fiestas siempre han dado mucho que hablar. Incluso algunas de ellas han sido temáticas. Una de las últimas estuvo dedicada a La Guerra de las Galaxias y contó con la presencia de George Lucas, su director.

Para ver llegar al resto de hospitality habrá que esperar. No hace falta tanta parafernalia. El de Renault, por ejemplo, consta de dos camiones de dos pisos separados por una placita central con mesas y un techo que los une. Les sobra. Eso sí, dicen que hacen el mejor café italiano de todos pese a ser una escudería francesa. Incluso por encima de Ferrari. Ahí Flavio Briatore tiene mucho que ver y decir.

Y tras las viviendas, lo próximo en llegar serán los pilotos. Estos está previsto que empiecen a acercarse a Valencia la misma semana del Gran Premio. Algunos hasta el mismo lunes. Y es que hay que pisar cuanto antes la pista. Lo harán oficialmente el jueves, la previa de los primeros entrenamientos. Tendrán la opción de recorrerlo a pie o en bicicleta. Y todo ellos ya sin problemas de tráfico, ya que Valmor Sports ha decidido que para el debut se cerrará el circuito una semana antes de la carrera. Para citas posteriores se pretende hacer algo similar a Montecarlo. Por la mañana, coches de calle; luego, cerrado para la disputa de los entrenamientos; y por la tarde, vuelve el espectacular parque móvil monegasco a hacerse el amo de las calles. Aspar piensa que aquí también se podrá conseguir.

Las escuderías ya tienen preparada su hoja de ruta para la semana. Ese mismo jueves será el último momento para el divertimento. Alguno de los pilotos más representativos promocionará tanto la carrera como su equipo en varios de los enclaves más representativos de Valencia. La Ciudad de las Artes y las Ciencias y el Bioparc acogerán actos promocionales de los magos del volante.

Y el viernes se acabó el relax. Enfundados en el mono, los pilotos sólo verán pista, bólidos y tiempos, mientras los aficionados, los más de 120.000 que tienen previsto avistar la carrera en directo, empezarán a disfrutar de la Fórmula 1. El sábado tendrá lugar el entrenamiento que decidirá la parrilla de salida y el domingo, a las 14 horas, Valencia tendrá que pelear con Pekín para atraer la atención del público mundial. Ese día concluyen las Olimpiadas, pero en esta ciudad comenzará a escribirse su historia automovilística.

 

 

 

 

 

 

 

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