falta de espacio

Mientras los pilotos de Fórmula 1 afrontan un periodo de vacaciones relativas que debe servir para llegar con ideas renovadoras y alguna solución a Valencia, las escuderías trabajan ya de lleno en el análisis de un circuito urbano objeto de todo tipo de elogios, pero que también despiertas recelos. Uno de ellos es de carácter logístico, ya que las limitadas dimensiones del trazado impedirán que accedan al paddock más de dos camiones por escudería. El resto tendrán que irse a Cheste.

Este problema no se produce en los circuitos permanentes que forman parte del Mundial de Fórmula 1. Aunque en ellos tampoco tienen cabida todos los vehículos, el excedente puede estacionarse junto al trazado, en la zona de aparcamiento, lo que facilita la operatividad de los equipos. Fuentes de Valmor, empresa que gestiona el Gran Premio de Europa, admiten el problema, si bien subrayan que ya se planteó a principio de temporada y que no han recibido ninguna queja. Además, destacan las excelentes condiciones del circuito de Cheste para atender a las escuderías.

Mientras tanto, el circuito urbano continúa su carrera contrarreloj para llegar a tiempo a un Gran Premio que ha despertado la admiración de pilotos como Fernando Alonso y que convertirá la ciudad en punto de atención mundial dentro de 18 días. Los trabajos se centran en la instalación de las cubiertas de la tribuna principal que se encuentra en la recta de meta frente a los boxes, así como en la colocación de señalética y diferentes elementos decorativos del circuito.

El universo de la Fórmula 1 mira ya hacia Valencia, pero todavía no pierde de vista todo lo acontecido en el accidentado Gran Premio de Hungría. El misterio y la razón de por qué Raikkonen superó con amplia facilidad a Alonso tras el segundo repostaje era una de las incógnitas que quedaron sin despejar tras la carrera, especialmente porque la FOM, que es quien se encarga de suministrar los datos, se comió la parada de Raikkonen en el análisis posterior de la carrera en el que señalan el tiempo de todas las paradas en boxes. Ya pasó algo parecido en Alemania con Kovalainen, que según las hojas oficiales no había repostado nunca en carrera.

El tiempo que cedió Alonso en la vuelta posterior al repostaje fue de 3.1 segundos respecto a Kimi. Pero el asturiano no perdió ese tiempo en la pista. Raikkonen estuvo 50 vueltas tras Alonso sin poderle pasar, y en la primera parte de la carrera no pudo hacerlo en el repostaje. Sin embargo lo logró con facilidad en el segundo.

El finlandés consciente de que en la pista iba a ser imposible, optó por economizar gasolina. Raikkonen ahorró un 10% de combustible, en total unos 9 litros. Eso le permitió dar una vuelta más que Alonso antes de repostar (Alonso lo hizo en la 50) y además cargó menos gasolina, ganándole al asturiano 1.3 segundos en el repostaje.

La parada de Alonso no fue buena tampoco y eso, unido a que Kimi puso ruedas nuevas y Alonso usadas, le llevó al finlandés a recuperar la distancia y salir por delante. Cuando el asturiano entró a hacer su segunda parada le llevaba a Raikkonen 0,361 segundos y cuando ambos estuvieron de nuevo en pista el escandinavo aventajaba al asturiano en 2,431 segundos fruto de la astucia del box de Ferrari. Alonso no tenía coche para economizar, sino que debía tirar a fondo.

El piloto español se sorprendió bastante de que Hamilton no le superara en la última parte de la carrera. El británico, tras el pinchazo, tuvo que hacer 30 vueltas con las ruedas blandas cargado con 60 kilos de combustible, lo que le obligó a economizar neumáticos en la última parte para evitar sorpresas desagradables y en ningún momento se planteó atacar a Alonso, sino que se limitó a rodar detrás de él.