19 dias 500

Han sido muchas noches de sueños. De Ecclestone por ver los bólidos en el rincón que él eligió y de los valencianos por tener en sus calles a prestidigitadores del volante. Hasta 500 veladas repasando en la cabeza cómo será el fin de semana del Gran Premio de Europa, para el que quedan sólo 19 días. Un suspiro.

La Fórmula 1 ya se ha citado en Valencia. Tras la carrera de Hungría las escuderías sólo tienen ojos para el Circuito Urbano. Algunos pilotos ya se lo conocen de sobra. El bicampeón Fernando Alonso es uno de ellos. Un amigo suyo ha grabado cada milímetro del trazado con una cámara subjetiva. Ahora, en las minivacaciones que se va a tomar, seguro que sacará cada día unos minutos para ver dónde puede ganar alguna milésima, justo en una fase de la temporada donde su coche está mejorando su rendimiento.

A partir del día 18 los protagonistas de la carrera empezarán a llegar a Valencia, pero la infraestructura ya llevará un tiempo junto al Mediterráneo. Los camiones de los equipos empezarán a tomar esta semana el gran paddock del trazado urbano. Los ensayos de la Fórmula 3 y el GT Open ya serán historia. Ahora la cosa ya irá en serio. Muy en serio.

A la espera de que mecánicos, ingenieros, ordenadores, neumáticos y gasolina tomen la ciudad, los operarios deben finiquitar las obras. En este momento el trabajo principal se centra en las gradas. Una enorme grúa está instalando en estos momento la cubierta de la T1, el enclave más privilegiado, ya que está situado justo en la línea de meta, enfrente de los boxes que se aposentarán en los tinglados. No será el único sitio donde se verá la carrera bien pertrechado. La T2 también será tapada. Ambas cuentan con asientos individuales, como en el resto de ubicaciones, pero con una zona de palcos divididos con paredes de madera de media altura.

Además, todavía están por instalar las pasarelas que cruzarán el asfalto para que los aficionados puedan pasar de una parte a otra. Hasta cinco están previstas, tanto en la línea de meta como en la zona posterior a las bases de Copa América, justo delante del Hotel Neptuno.

Y a todo ello hay que sumar los remates de jardinería, tapar con lonas los edificios ruinosas todavía en pie en el barrio del Grao, colocar vallas y repintar los pianos con los colores de la Senyera, que perdieron su intensidad tras las carreras de prueba del pasado fin de semana.

Mientras tanto, los vecinos todavía pueden circular por los tramos donde en menos de tres semanas los bólidos circularán a más de 300 kilómetros por hora. El cierre al tráfico se llevará a cabo a mitad de semana. Todavía no está fijado si será el mismo jueves -fecha previa a los primeros entrenamientos- o algún día anterior para dejar la pista lo mejor posible. En ese mismo momento también se montará definitivamente el puente, ya con los megayates en el interior de la marina. Mientras, las capas de asfalto ya están instaladas, pero habrá que esmerarse en limpiarla de impurezas.

Todo ello será avistado por 120.000 espectadores. Eso sí, todavía quedan entradas, de todos los precios, aunque no de todas las gradas. El número exacto de billetes libres no se ha querido hacer público, pero se insiste en que todavía pueden adquirirse para así evitar la reventa, que continúa haciendo su agosto. En las webs de subastas los precios se sitúan entre los 1.200 y los 3.000 euros, cuando las entradas en los recintos oficiales -El Corte Inglés y ServiEntrada Bancaixa- se pueden conseguir entre 195 y 480 euros.

Los billetes que se pusieron en su día a la venta se agotaron en diez días. Pero los responsables de Valmor recibieron muchos más procedentes del mayorista internacional, que no logró darles curso. Para intentar que no se vea ningún hueco, la organización ha iniciado una campaña para que nadie se quede sin disfrutar el 24 de agosto de sus ídolos. Sería imperdonable.