Contrarreloj

LEVANTE EMV

El circuito debe estar listo en 5 días.

 

con prisas. Los operarios no tienen tiempo que perder.
 marga ferrer
Gerard Sánchez, Valencia
Valencia tiene ya un nuevo lugar para ir a pasear y observar algo tan español como ver como trabajan los obreros. Sortear barras, neumáticos, vallas, palés, parece que vale la pena para vivir de cerca la construcción completa de un circuito urbano que, a cinco días de los primeros entrenamientos libres de la GP2 y del Campeonato de España de Fórmula 3.000, todavía no está finalizado y combina sectores donde nadie diría que no está en un circuito convencional, con otros donde no se sabe muy bien si lo que se va a construir es un circuito o una finca de pisos.
Los obreros se afanaban ayer en colocar una barra tras otra y se escudan en el "no hablo español" para seguir trabajando, porque miles de millones-de euros y de prestigio- dependen de que "su grada" esté en pie el viernes.
Mientras tanto, la gente que va y viene de la playa da los rodeos que hagan falta para pisar en persona el asfalto por el que pasarán en agosto los monoplazas de Fernando Alonso, Raikonen, Hamilton y compañía.
"Ahora paso todos los días"
El trazado y sus alrededores son cada día frecuentados por más curiosos que se acercan para ver e imaginar cómo serán las carreras porque como muchos confiesan: "No tengo dinero para ver la Fórmula Uno en directo, pero ahora sí aprovecho para ver cómo es el circuito. Suelo pasar en bicicleta de tanto en tanto por aquí, pero ahora vengo todos los días".
Incluso hay afortunados que podrán "ver una esquinita desde la ventana de mi piso". Todo un lujo si se tiene en cuenta el precio que se ha pagado por algunos balcones.
Mucho trabajo por delante
Otra cosa en la que mucha gente coincide es que "da la sensación de que no va a estar todo acabado para el viernes". Una preocupación popular que corroborará o no a medida que pasen los días y que se vaya viendo el estado de las obras. De momento, la empresa organizadora, Valmor Sports, ha dado a conocer los horarios de los entrenamientos del viernes, pero no los ha confirmado para no pillarse los dedos.
A día de ayer, la nota predominante eran los camiones descargando los materiales de las gradas y de los accesorios de las pistas, los obreros trabajando a destajo para cumplir con los tiempos y al mismo tiempo la gente pasando y mirando a un lado y a otro.
De hecho, hay ya una nueva especie urbana en Valencia que "habita" por los alrededores del circuito y que tiene movimientos característicos señalando con el dedo y comentando con sus semejantes esto y aquello.
Una especie que, seguramente será apartada en los días clave por los aficionados mas glamourosos y que nunca se la vera sorteando materiales de construcción para especular cómo será el vivir una carrera in situ.
Así que los obreros tienen cinco días -y cinco noches- para acabarlo todo y los pobres curiosos otros tantos para imaginarse unas carreras que, como muchas otras cosas, quedan tan cerca y a la vez tan lejos.

 

 

 

 

 

 

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