Josep Bartual, Valencia
El presidente de la Real Federación de Automovilismo, Carlos Gracia, regresó ayer al circuito urbano dos semanas y media después de lanzar importantes críticas al ayuntamiento de Valencia, al que acusó de falta de implicación en la parte que le correspondía en la organización del GP de Europa. Lo que oficialmente era una visita a las obras del trazado, pareció más bien un acto de desagravio por parte del presidente de la RFEDA hacia el consistorio de Rita Barberá, del que dijo "ya reman juntos" con el resto de instituciones implicadas en la Fórmula 1.
Gracia, acompañado en su extraña visita por el Vicepresidente del Consell, vicente Rambla, se mostró "absolutamente satisfecho" de la evolución de "toda la organización" que ha tenido el circuito urbano de Valencia desde la carrera de Fórmula 3 y aseguró que "está todo muy amarrado y controlado, y todavía se va a poder ver en los 10 días que faltan" para el Gran Premio de Europa una "continua evolución", por lo que "a día de hoy, nada hace pensar que se quede a la improvisación".
El presidente de la RFEDA señaló que las instituciones han "remado todas juntas", de forma que todo el mundo "se ha puesto las pilas y está trabajando", lo que, a su juicio, permitirá tener un GP con el que se dará "una imagen de país absolutamente positiva".
Por su parte, el conseller Vicente Rambla insistió en que está "todo a punto" y señaló que, a partir del domingo, comenzarán a instalarse los equipos cuyos camiones de montaje "ya están empezando a llegar".
