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A quién puede preocuparle más la meteorología el próximo 24 de agosto que a los pilotos de Fórmula 1? Pues, a las decenas de miles de espectadores que han pagado una media de 300 euros por disfrutar de un espectáculo de motor que por primera vez en la historia llega a Valencia.

A buen seguro que los equipos ya han revisado con lupa las condiciones que ofrece la ciudad en pleno mes de agosto: las temperaturas -tan importante para los neumáticos-, la humedad, así como la posibilidad de que se produzcan precipitaciones.

Aunque una carrera en condiciones de mojado puede hacer más atractiva la prueba, también puede reducir el confort de los turistas. No es lo mismo conocer la ciudad acompañados de un sol radiante que de una molesta lluvia.

Si los espectadores confían en la estadística hay motivos más que fundados para la esperanza.

La temperatura media normal de la ciudad de Valencia según los datos de la última década, facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se sitúa en 26 grados, con unos registros máximos de 30 grados y unas mínimas de 22.

El mercurio alcanzará su tope a las 14.45 horas, según los datos de anteriores jornadas.

No obstante, no se batirá ningún récord máximo de temperaturas, tal y como pronostican desde la citada agencia. Los registros más altos se producen siempre en el periodo comprendido entre el 22 de julio y el 18 de agosto.

Emplazamiento privilegiado
El emplazamiento del circuito ofrece una ventaja a los asistentes. La zona del puerto "es una de las que mejores índices de confort térmico tiene en verano", explica José Ángel Núñez, jefe de climatología del centro de la Aemet en Valencia.

El motivo es la brisa de la que disfruta esta zona, aunque a finales de agosto ha reducido bastante su intensidad.

"En esos días ya suelen ser muy débiles, pero aún así refrescan el ambiente a partir de mediodía, sobre todo en zonas próximas al litoral", añade el climatólogo. En cambio, en el centro de la ciudad, a esas alturas del mes, las brisas quedan muy inhibidas.

La humedad relativa media del aire a mediodía es del 60% alrededor del 24 de agosto. Pese a todo, la temperatura en la zona del circuito urbano suele ser un grado inferior a la del resto de Valencia.

¿Y si aparecen las precipitaciones los días de entrenamiento o de la carrera? El espectáculo quedaría deslucido, pero existen pocas probabilidades de que Fernando Alonso corra con su Renault sobre el asfalto mojado.

"Es todavía poco probable que llueva, pero en esos días ya se siente la cercanía del otoño climático, que comienza en septiembre", confirma Núñez. Esta situación puede producir "algunas tormentas y chubascos típicos de esta estación".

Pero las estadísticas son favorables para al público que asista al evento: "Entre el 22 y el 26 de agosto llovió en Valencia de forma apreciable aproximadamente un 15 por ciento de los días, aunque casi siempre de forma débil", indica el climatólogo.

De todo el periodo analizado, sólo en un 1,7 por ciento de los días las lluvias fueron superiores a 10 litros por metro cuadrado.

La excepción que confirma la regla se produjo hace ya seis años. Fue precisamente el mismo día en que se celebrará el Gran Premio de Europa, el 24 de agosto. Una fuerte tromba de agua descargó casi 100 l/m2 en el área de Bétera, lo que causó una importante crecida del barranco del Carraixet.

No fue el único punto de la Comunitat, donde los vecinos se vieron sorprendidos por la intensa tormenta. Un camping de la localidad de Bugarra tuvo que ser desalojado de madrugada como medida preventiva frente a las fuertes lluvias caídas en la población (más de 100 litros en menos de una hora). Las precipitaciones generaron una crecida de medio metro del río Turia.