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LAS PROVINCIAS

Valencia supera con éxito su primera prueba pero aún queda trabajo para la F-1

 

Vista de la carrera de Formula 3
El Valencia Street Circuit (VSC) superó este fin de semana la prueba previa para convertirse el 24 de agosto en un trazado de pleno derecho para la Fórmula 1. Valencia, como con la Copa América, está muy cerca de volver a ser admirada en el mundo por su capacidad de convertir los sueños en auténticas y envidiables realidades: la ciudad de los milagros. Y ya serían dos. Pero aún no es merecedora de la loa total con la F-1.

Quien piense que después de ver correr a los GT y a los F-3 en el circuito todo está hecho, caería en el mas grande de los errores. Los que saben de circuitos y de carreras ayer no pararon de advertir de que Valencia está muy cerca, pero aún no ha llegado a la meta. La fábula de la tortuga y la liebre. No se puede hacer un esprint de este calado para terminar durmiéndose a unos metros, días, de la llegada.

Queda menos de un mes para la carrera de la F-1 y aún hay muchas cosas por hacer. La excelencia no es gratuita. Después de ver correr los bólidos de segunda clase por los alrededores del Puerto nadie se puede quedar parado a la espera de que los Alonso y compañía desembarquen con sus bólidos en la ciudad pensando que será igual.

Lo de este fin de semana no ha sido más que una prueba en la que no se trataba de sacar nota sino de prepararse para el examen. Un control. Nada más. Nadie se ha puesto exigente ni pejiguero, ni ha pedido explicaciones por las prisas y por los apaños de última hora. VSC se debe sentar hoy mismo a valorar los errores y los problemas que se han puesto al descubierto en este fin de semana a lo Mister Proper con aquello del algodón no engaña… La suciedad ha salido a la vista y ahora hay que lograr que todo lo que se ha echado en falta esta semana no se vuelva a repetir dentro de sólo cuatro fines de semana en Valencia.

Lo mejor de todo es que los errores son todos subsanables y en las cosas en las que el VSC ha superado la prueba serían las más complicadas, sino imposibles, de arreglar ni a corto ni a largo plazo. El trazado es bueno. Rápido, seguro. Y lo mejor… el circuito ha conseguido, salvando edificios, canales y viales, convertirse en un trazado en el que el espectáculo está garantizado. Hasta cuatro zonas de adelantamientos se han descubierto este fin de semana. Eso garantiza que Valencia no será como Montecarlo, sinónimo de peregrinación deportiva. Aquí habrá que cerrar muchos huecos para ganar y eso significa divertimento.

También se ha demostrado que el personal del circuito de Cheste no se ha resentido mucho con la mudanza a Valencia. De contrastada solvencia, el equipo humano de comisarios del circuito permanente ha estado a la altura este fin de semana y a buen seguro que lo estará dentro de otras cuatro con la F-1.

Preocupan los accesos
Lo que más preocupa ahora mismo a la organización y a los responsables de dar el visto bueno al circuito son los accesos. Saben que un caos en las calles adyacentes al circuito el fin de semana de la F-1 les haría mucho daño en la imagen a escala mundial.

Por eso hay lanzado un órdago al Ayuntamiento. Le piden que se tomen en serio el tema de las entradas al trazado y que se controle mejor las calles que dan acceso a los parkings.

El milagro de Valencia, el segundo en cinco años, no puede dejar detalles como los accesos en el aire. Saben que dentro de cuatro semanas el VSC será mirado con lupa, sin misericordia.

Dentro de cuatro semanas ya no será un milagro sino un rival de los demás circuitos, el enemigo a batir y Valencia debe tener un comportamiento irreprochable para que la guadaña no eche por tierra el trabajo de nueve meses a destajo. El milagro aún no está logrado.

 

 

 

 

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