Hacienda balcones

LEVANTE EMV

Una funcionaria recorrió ayer J. J. Dómine informando de que recibirán una carta del ministerio

Vistas de una de las terrazas de J. J. Dómine, donde estaba previsto organizar fiestas privadas.
Sara Mut, Valencia
Las cifras astronómicas que han alcanzado los alquileres de terrazas y azoteas con vistas al circuito urbano del Gran Premio de Europa que se celebrará en Valencia los días 23 y 24 de agosto han hecho reaccionar al Ministerio de Hacienda, que ya se ha puesto manos a la obra. Una funcionaria de Hacienda recorrió ayer los portales de la calle J.J. Dómine con el objetivo de averiguar el nombre de los presidentes de cada comunidad de propietarios.
Según informó el vicepresidente de uno de estos inmuebles a Levante-EMV después de hablar con dicha funcionaria, Hacienda está averiguando quién preside cada comunidad de vecinos para explicarles cómo tendrán que cotizar el arrendamiento de las azoteas a las empresas que han pujado por hacerse con las mejores vistas al trazado urbano del Fórmula 1. El Ministerio de Hacienda mandará una carta a los presidentes en los próximos días detallando qué normas deberán seguir para declarar los beneficios obtenidos con el lucrativo alquiler.
Precios desorbitados
La expectación que ha generado este primer desembarco de la Fórmula 1 en Valencia ha disparado los precios para las empresas que buscan miradores de lujo y los beneficios para los vecinos que alquilan sus zonas comunes. Y es que, el precio medio de alquiler de las terrazas de estos inmuebles ya ronda los 40.000 euros por atalaya, aunque los contratos son muy variados y esta cifra fluctúa según la habilidad negociadora o la paciencia de los vecinos para esperar a la mejor oferta.
Fuentes de una de las empresas que han pujado por conseguir miradores con vistas al trazado aseguraban en mayo a este diario que "hay propietarios de áticos y comunidades de vecinos que han creado auténticas subastas en cuanto han visto como florecía y crecía el negocio en torno al circuito". Es más, a esta empresa le quitaron varias terrazas porque, según apuntaba la misma fuente, hay empresas que "pagan auténticas barbaridades por sitios que, en realidad, no valen eso".
Además, las espectaculares cifras que aparecen en los contratos de arrendamiento se alargan en el tiempo, lo que tampoco ha debido pasar desapercibido en el Ministerio de Hacienda. Una comunidad de J.J. Dómine firmó el acuerdo a tres años vista. Este verano cobrará 40.000 euros por la terraza, pero el año que viene serán 50.000 y el siguiente 60.000.
Y el beneficio para los vecinos no llega sólo en forma de dinero líquido, algunos contratos incluyen reparaciones en el inmueble y los ascensores o el pintado de la fachada a cargo de la empresa. En uno de los edificios de J.J. Dómine se ha firmado un contrato por 40.000 euros al año durante tres grandes premios, que también prevé la instalación de un vídeoportero que ronda los 6.000 y deberá pagar la empresa.
Bando del ayuntamiento
La intervención de Hacienda llega cuatro días después de que el Ayuntamiento de Valencia publicara un bando restringiendo el uso de las azoteas durante la celebración del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en las calles valencianas. El documento anuncia que no se autoriza el uso de las "terrazas de los edificios de uso residencial" para "cualquier tipo de actividad que pudiera estar sujeta a la vigente normativa sobre espectáculos públicos y actividades recreativas".
De esta forma, el ayuntamiento recomienda a las comunidades de propietarios -como responsables del mantenimiento de los bienes comunes de la propiedad- que se tomen precauciones y se respeten las medidas de seguridad. Se recomienda limitar el uso de las azoteas que contengan instalaciones sin la adecuada protección y que puedan suponer un riesgo para las personas. Este punto se refiere a calderas, depósitos de gas, grupos de presión, instalaciones de aire acondicionado, cuadros de contadores, etc.
Un segundo punto advierte sobre el riesgo de sobrecargar las terrazas que serán utilizadas como palco para el Gran Premio. Dice el bando que "deberá garantizarse que la sobrecarga no excede la prevista en el proyecto de ejecución de edificio" para que la estructura del inmueble no se vea afectada por una "utilización anormalmente intensa". Por último, la orden advierte de que deben garantizarse suficientes medios de evacuación según la normativa técnica vigente.

 

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