El semáforo de la F1 se pone verde

LAS PROVINCIAS

Camps y Barberá recorren el circuito, donde ya se han comenzado a instalar las primeras gradas

 

Vista de l edificio Veles Events.
  
Los 20 pilotos que conforman la parrilla del Mundial de Fórmula 1 no serán los primeros en estrenar el trazado del nuevo circuito urbano de Valencia. Esa suerte ya corrió ayer a cargo de la alcaldesa, Rita Barberá, y del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que a bordo de un coche pilotado por el campeón de motociclismo y director de la empresa organizadora del Gran Premio de Europa, Jorge Martínez Aspar, recorrieron por primera vez los 5.473 metros completos de trazado. Y es que después de nueve meses de obras, el semáforo del circuito de la Fórmula 1 se pone por fin en verde para Valencia.

El asfalto del recorrido ya luce en su totalidad, y a falta de su paso por las bases del BMW Oracle y Alinghi, y la salida a boxes, las 25 curvas del circuito ya dan buena cuenta de la destreza que deberán tener los pilotos en el que será uno de los recorridos más rápidos del mundial. A dos meses de la prueba, en la mañana de ayer ya podían apreciarse las primeras gradas en la zona del Grao,del total de 27 tribunas desde las que más de 150.000 personas seguirán los pormenores de la carrera.

El presidente Camps certificó el final de las labores de asfaltado del trazado urbano y aventuró que el "enorme esfuerzo" realizado en los últimos meses por todas las personas encargadas de la instalación permitirá que el circuito esté finalizado "en tiempo y forma" a pesar de la gran complejidad de su puesta en marcha. El jefe del Consell destacó que además del gran evento deportivo que supondrá la celebración de la carrera en Valencia, el principal motivo que animó al Gobierno valenciano en la apuesta por el gran evento fue "la prosperidad, el empleo y el bienestar" que generará para la ciudad y para el conjunto de la Comunitat. En este sentido, se prevé que la celebración de la prueba cree más de 1.600 nuevos puestos de trabajo y una afluencia turística de 150.000 personas sólo para presenciar la prueba, algo que como ya ha sucedido con otras competiciones como la pasada Copa América, repercutirá en el beneficio de numerosas empresas de la Comunitat.

El presidente desveló que durante la vuelta de reconocimiento al circuito había conversado con Barberá sobre "la gran repercusión" que tendrá para la ciudad la celebración del gran evento deportivo y destacó que la alcaldesa había bromeado con las cifras del impacto publicitario de la prueba, ya que "incluso sumando los presupuestos de la Generalitat y del Ayuntamiento no habría dinero suficiente para pagar la campaña de imagen que supondrá la carrera" para los valencianos.

Rita Barberá se mostró "encantada" con el recorrido por el circuito y no dudó en dejar el coche durante varios tramos para continuar el trazado a pie. Sobre todo en el puente móvil que se ha instalado sobre el nuevo canal, que se cruzó por primera vez. Junto al puente, la organización había dispuesto un monoplaza de Fórmula 3, la misma categoría que el próximo fin de semana del 26 y 27 de julio servirá de antesala al Gran Premio de Europa y ensayo general de todo el operativo necesario para la prueba grande, en la categoría de F1.

La alcaldesa se felicitó del avanzado estado de las obras y aseguró que desde el Ayuntamiento se llevarán a cabo varias actuaciones para el Gran Premio, entre las que destacan la mejora de la desembocadura del río Turia para eliminar los malos olores que producen las aguas estancadas y la colocación de lonas para ocultar las traseras de las naves de la calle Juan Verdeguer, que afean la vista general del recorrido. Precisamente para contribuir a esa buena imagen, el Consistorio acondicionará los jardines anexos para que el circuito luzca grandes zonas verde. En el caso de los terrenos del Grao, todavía sin urbanizar, Barberá adelantó que ya ha iniciado los contactos con los propietarios de los solares para allanar y limpiar la zona.

En definitiva, una inauguración institucional a la que ni el vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, ni el conseller de Infraestructuras, Mario Flores, ni el presidente de Valmor, Fernando Roig, o el de la federación de automovilismo, Carlos Gracia, podían faltar.

En agosto se encenderá el semáforo verde definitivo.

 

 

 

 

 

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