Las obras del circuito urbano de Fórmula 1 en el puerto avanzan a buen ritmo y buena muestra de ello es la colocación de una plataforma junto a la base del Alinghi, equipo suizo ganador de la última Copa América, para conseguir así un espacio vital en la zona de seguridad en una curva cerrada.
Para ello, los ingenieros decidieron ganar algo más de terreno al mar y dibujar un recrecimiento de varias decenas de metros cuadrados de muelle en la dársena interior. El pavimento está prácticamente colocado y se sostiene en unos enormes pilotes anclados en el lecho de la marina de ocio.
La seguridad es primordial en el trazado y no es para menos. Los bólidos de Fórmula 1 llegarán a esta curva a 139 kilómetros por hora y seguirán en dirección al edificio Veles e Vents. Por esta razón, necesitan una amplia zona de escape que evite la colisión con las altas vallas que cercarán el límite con el mar.
En el resto del trazado las obras siguen la misma velocidad. La plataforma de hormigón ya está muy adelantada en el perímetro de la dársena y se han desviado todas las canalizaciones de los servicios públicos. Esto último se realiza para evitar cualquier zanja una vez que se asfalte el circuito.
Esta será la última parte de la ejecución del proyecto. La idea es que el asfalto se coloque en todo el ancho de la pista lo más homogéneo posible, para evitar así juntas que pongan en riesgo la seguridad de los pilotos.
Por otro lado, la Conselleria de Infraestructuras ya adjudicado ya la jardinería y el mobiliario urbano de la dársena. El contrato ha correspondido a Cyes, que tendrá cuatro semanas para colocar las zonas verdes, algunas portátiles, una vez acaben las obras de urbanización.
Los técnicos todavía estudian las 16 ofertas para la construcción del paddock en la playa de vías de la antigua estación del Grao. Los terrenos son propiedad del Ministerio de Fomento, que cobrará un canon a la empresa Valmor Sport, organizadora del Gran Premio, en concepto de alquiler de los solares durante las carreras.
