Un promotor llamado Valmor

El ingeniero Peter Wahl junto al plano del trazado de Valencia.
                                     

El Gran Premio de Europa representa gran parte de la nueva filosofía que se ha inyectado al calendario 2008 de la Fórmula 1. Regresan los circuitos urbanos, algunos incluso nocturnos como el de Singapur, y el glamour del Gran Premio de Mónaco se exporta con sus mejores galas a las diecinueve pruebas oficiales, una más que la pasada temporada. Es el espectáculo elevado a la máxima potencia y con escalas especiales en Asia y en España, donde el efecto Fernando Alonso hace que se celebren dos carreras anuales.

Pero ¿quién acometerá este desafío que cumpla con las aspiraciones de Bernie Ecclestone? Para la carrera de Valencia el reto lo ha aceptado la sociedad Valmor Sports. Esta empresa, de nueva creación y avalada en su gestión por la Generalitat Valenciana, cuenta con un tridente directivo basado en algunos de los mejores ejemplos del tejido empresarial y social de la Comunidad Valenciana. La experiencia en los negocios de Fernando Roig (Pamesa o Villareal CF, entre otros), la garantía económica de la entidad Bancaja, de la mano de su presidente José Luis Olivas, y la sabiduría en el mundo del motor de Jorge Martínez Aspar, cuatro veces campeón del Mundo de motociclismo y asesor desde su creación del Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo con base en Cheste.

El contrato firmado con Formula 1 Management permitirá a Valmor acoger una prueba cada temporada hasta 2014 con el compromiso de pagar un canon anual de 26 millones de euros. Además, en este contrato también entra en juego la marina de yates del Port America's Cup. Las nuevas vistas hacia el mar que la ciudad de Valencia descubrió en su puerto mercante con la organización de la 32ª Copa América en 2007 se han convertido ahora en la auténtica punta de lanza de este proyecto. En esta ocasión más de 200 superyates se podrán amarrar alrededor del trazado al reconvertirse la dársena interior como zona de atraque temporal para las embarcaciones de gran eslora que por esas mismas fechas surquen el Mediterráneo o visiten las Islas Baleares.

Este evento deportivo se espera que genere más de 70 millones de euros de impacto económico, según los estudios que ha realizado la organización. De ahí que la promoción y explotación de la prueba en su primer año, que será gestionada por la empresa Mediasport -del grupo Mediapro que en 2009 dispone de los derechos de emisión de las carreras en España- tenga un papel clave en el éxito de la prueba. El equipo dirigido por Víctor Oñate, cuya trayectoria profesional en los últimos años ha estado vinculada al Valencia CF antes de la llegada del presidente Juan Soler, deberá descubrir también la mejor cara de Valencia al exclusivo público que asiste a las carreras de Fórmula 1. Por otra parte, la responsabilidad del diseño del trazado está en manos de Herman Tilke y Peter Wahl. Ingenieros de confianza del rey Midas en estos menesteres. El estudio alemán ha diseñado también los últimos trazados permanentes en Sepang, Shanghai, Bahrein o Turquía, además de remodelar la tribuna de Montmeló. Para esta ocasión más de 112.000 espectadores seguirán la prueba desde sus asientos.

 

FERNANDO ROIG

Empresario I+D+i
Presidente de Pamesa y del Villareal CF

JUAN LOZOYA

Igual que José Manuel Llaneza fue a buscarle para que comprara el Villarreal, una llamada de Aspar fue lo que metió a Fernando Roig en la Fórmula 1. Igual que hace poco más de diez años poco había tenido que ver con el fútbol profesional, pese a su afición, tampoco se había planteado nunca la posibilidad de invertir en el automovilismo. De todas formas, lo mismo que ha puesto al Villarreal en el mapa futbolístico mundial, está convencido de que el Gran Premio va a ser un gran éxito… pero no para él, que con 60 años cumplidos tienen muchos egos saciados, sino para la Comunidad Valenciana. Desde que su padre le mandara a Sevilla con 26 años para reflotar un matadero, Fernando Roig no ha dejado de marcarse retos, para cumplirlos. Hoy no hay que explicar a nadie qué es Pamesa, igual que Mercadona, de la que es socio. Desde ahí hasta ahora ha demostrado visión para apostar por energías de todo tipo -distribuir gas natural con Encersa o energía eólica con Renomar-,… o impulsar la nueva era de la Fórmula 1.

 

Presidente de Bancaja

JOSÉ LUIS OLIVAS

El señor de la caja

EUGENIO MALLOL

Presidente de Bancaja desde enero de 2004, José Luis Olivas ha asumido la modernización de la entidad, a la que ha situado en la carrera por adquirir dimensión nacional. Durante su mandato, la caja valenciana ha experimentado una fulgurante expansión de su red de oficinas y ha apostado por campañas de promoción y publicidad dirigidas a consumidores de toda España como base de su crecimiento. Eso explica su interés por estar presente en el circuito de Fórmula 1 de Valencia.
Olivas nació en Motilla del Palancar (Cuenca) en 1952 y ha sido uno de los grandes protagonistas de la vida política de la Comunidad Valenciana desde finales de los 80. Tras su paso por el Ayuntamiento de Valencia, donde llegó a ser teniente de alcalde con el PP, ocupó la cartera de Economía y Hacienda del Gobierno valenciano en 1995 antes de convertirse en vicepresidente durante la última etapa de Eduardo Zaplana, al que relevó en la presidencia de la Generalitat durante casi un año, hasta las elecciones autonómicas de 2003.
 

JORGE MARTÍNEZ 'ASPAR'

De piloto a asesor
Tetracampeón del mundo

HÉCTOR ATIENZA

El tercer pilar de Valmor Sports es Jorge Martínez Salvadores (Alzira, 1962), más conocido como Aspar. Rey de las dos ruedas en el Mundial de motociclismo en los 80, con cuatro títulos en sus vitrinas, en la actualidad es un director deportivo de éxito. Aspira en 2009 a una plaza en MotoGP.
Su carné para construir circuitos se puede decir que se lo sacó con éxito en 1999 a la sombra del Circuit Ricardo Tormo. Para la carrera urbana tirará de la experiencia de gran parte de los recursos humanos que trabajan en Cheste y algún ex como Facundo García de la Cuadra, antiguo director, y al que fichó para el Team Aspar en 2001.
Con carácter abierto, sencillo y don de medios también tuvo que jugar a diplomático entre su amigo de niñez y piloto de Fórmula 1, Adrián Campos, y Fernando Alonso. La explosión de la Alonsomanía puso encima de la mesa una guerra de contratos que acabó con una relación idílica entre maestro y alumno salpicando también al trazado valenciano.

ELMUNDO.ES 

 

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