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Rodeado por un centenar de personas contrarias al circuito de Fórmula 1, el arquitecto responsable de desarrollar el planeamiento del Grao, José María Tomás, avanzó ayer que está estudiando incluir una red de túneles en la parte final del cauce y por donde discurrirá el circuito de Fórmula 1. "Queremos evitar el paso de tráfico rodado al máximo y sólo dejar que circule el transporte urbano y carriles bici. El resto de tráfico circulará por una red de túneles que se deberá diseñar", explicó el arquitecto valenciano.

 

 Su intención es ofrecer un gran delta verde al gobierno municipal y conseguir que el final del cauce y su entorno conecte con el puerto sin el cruce de calzadas abieras al tráfico privado. "Queremos conseguir que desaparezca el transporte pesado y lo estamos logrando", explicó.
 
 El arquitecto presentará este proyecto al Ayuntamiento a principios de año y con el servicio de planeamiento diseñarán los túneles para concentrar el tráfico rodado en el subsuelo. En otras ciudades, como Barcelona, ya se ha probado con éxito construir túneles en el litoral para facilitar el acceso peatonal a la marina de ocio.
 
 José María Tomás ha sido encargado de fusionar las dos ideas ganadoras del concurso de la marina Juan Carlos I, Nouvel y GMP. Un proyecto que ahora incluye la adaptación del circuito urbano.
 
 La intención de los arquitectos es concentrar la edificabilidad en la parte norte del futuro polígono de viviendas, hacia la calle Poeta Sanmartín y Aguirre y las naves industriales que recaen a la calle Juan Verdeguer. Así quedarán amplias parcelas en la zona más próxima al viejo cauce.
 
 Por lo tanto, la desembocadura del cauce se contempla como un gran delta verde, que se ensancha hacia el Grao y Nazaret con amplios jardines y arbolado.
 
 En total, el Ayuntamiento prevé que se construyan cerca de 2.500 viviendas, en una superficie que suma 41 hectáreas contando un tramo del viejo cauce. "La ley exige edificabilidad y contra ella no puedo ir", explicó Tomás.
 
 Su propuesta, sin embargo, no acabó de convencer al centenar de asistentes al primer debate organizado en la Universitat de Valencia sobre el circuito Urbano.
 
 Tanto, Vicente Torres, representando a la plataforma Compromís pel Territori, Vicente Gallart, por Pel Litoral que volem, Carlos Arribas representando a Ecologistas en Acció, así como todo el público asistente, rechazaron la construcción de un circuito urbano en Valencia.
 
 
 Desechado en Londres
 Aseguraron que en Londres este proyecto se había desechado y en cambio en Valencia "se ha aceptado sin consenso. Esta obra se presentó en un periodo electoral y aprovecharon los votos de los jóvenes amantes de la Alonsomanía", explicaron los contertulios.
 
 El responsable de Ecologistas en Acció apuntó que el circuito generaría gran contaminación en la ciudad y "dista mucho de la política medioambiental que quiere llevar a cabo el equipo de Barberá", explicó Arribas.
 
 Los vecinos también cuestionaron el coste de la obra. "El presidente de la Generalitat aseguró que el coste sería cero y se están hablando de cantidades astronómicas que nunca conoceremos como tampoco hemos averiguado lo que costó la visita del Papa o la Copa América", afirmó Vicente Torres.
 
 En el debate, numerosas voces se alzaron denunciando las molestias que habría por la construcción del gran circuito. "Se habla de dos días al año, pero esto será un negocio y se disputarán más pruebas a lo largo del año", comentaron los presentes.
 
 Vicente Gallart también aseguró que en Mónaco las calles se ven afectadas durante 70 días para preparar toda la competición. "Además, nos intentan convencer que el circuito causará el mismo ruido que una mascletà. Es de risa y no se nos toma en serio y tampoco se nos está consultando", añadieron los presentes.
 
 El arquitecto José María Tomás siguió defendiendo que proyectar esta parte de la ciudad era una oportunidad que no se debía escapar y era el gran momento para conseguir que el cauce se conectara con el mar sin ningún elemento que lo bloquease.
 
 Destacó la importancia de dejar un gran espacio libre al final del cauce que deberá contar con equipamientos para que no quede aislado. "Será un gran delta verde. Hay que tener en cuenta que no podemos diseñar esta zona como se hizo el Ensanche. Son áreas diferentes y momentos distintos", aseguró José María Tomás.
 
 El arquitecto también explicó que en su proyecto se incluirá una evacuación de pluviables. Una premisa que evitará las inundaciones ocurridas en el Palau de les Arts y a las que hicieron referencia los asistentes. "Podría haber ocurrido una gran desgracia y no queremos ni un ladrillo más en el cauce", añadió una vecina.
 
 El debate continuó con numerosas intervenciones en el mismo sentido y en la innecesaria celebración de este circuito. "Somos una ciudad y ya existe Cheste para hacer el Gran Premio", apuntaron los vecinos entre los que también se encontraban Gloria Marcos, el concejal socialista Juan Soto y representantes vecinales del resto de entidades de la ciudad.
 
 El acto se prolongó hasta las 21.10 horas y muchos se quedaron con ganas de continuar debatiendo sobre el futuro de la ciudad y de las necesidades en los barrios.

Fuente | lasprovincias.es

Fotos | Cristina Aguilar 

 

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